Los últimos días en el hogar

Hola a todos:

Ya estamos en casa, hemos llegado hoy por la mañana temprano. Gracias a Dios el viaje ha sido muy bueno aunque no hemos dormido nada.

Antes de dar por finalizado el blog, os contamos qué es lo que hacemos en el Hogar Javier y yo. Como veis por las fotos siempre hay algo que hacer.
- El Tereré: bebida nacional de Paraguay, es el mate frío. Podéis ver a Javier con varios chicos mayores y uno de ellos tiene en la mano el mate con la bombilla y el termo. Es costumbre que te lo pasen para chupar de la bombilla y debes aceptar, si no es un feo. Cuando ya no quieres más se dice gracias y eso significa que ya no te lo pasen más. Se lo pasan de unos a otros mientras se charla.
- Ordenar filas para el almuerzo: en otra foto está Javier organizando las filas antes de entrar en el comedor. Comedor que por cierto ya se ha trasladado a uno nuevo, más grande y con cocina nueva. Pero el orden de entrada sigue igual, hay que hacer filas por número de mesa.
- Tender la ropa: eso es cosa mía. Me relajaba mucho y ayudaba a Gloria y sus chicas encargadas del lavadero. Era un sitio precioso, los colores, el árbol florecido en la esquina, las palmeras... y ropa y más ropa. Esta de la foto sólo es una parte y de la ropa del pabellón de mujeres...
- Reparto de chupetines: gran momento de la tarde, también ordenados y disciplinados. Con una mayor que ayuda a controlarlos ya que algunos se ponían dos veces en la fila... Qué mimos les daba el tío Javier. Van a añorar al tio Javier.
- Vuelta a la escuela: ya veis, nunca es tarde. Allí estaba el Tío Javier rodeado de niños escuchando las historias bíblicas que teatralizaba Dani, y qué bien lo hace.
- Javier rodeado de las líderes: la casa se organiza como un ejército y debajo de Patty están las líderes que le ayudan a coordinar todo, cada una es responsable de un área determinada. Javier invitó a todos a cenar, fue una revolución en la casa, genial lo lindas y bonitas que se pusieron. Lo pasamos muy bien.
- Patty y la hamaca: como regalo, como si no hubiéramos tenido bastante con el hecho de que compartieron todo con nosotros, nos regalaron una hamaca típica paraguaya. Dice Javier que ya tiene sitio en el jardín, entre los nogales.
Gracias!!!

La despedida increible, casi no salimos de la casa. Pero nos llevamos a todos en el corazón.
Hasta pronto Hogar unidos por Cristo y que Dios os bendiga.

Javier y María